viernes. 19.09.2025

Satse ha organizado para el lunes y el martes de la próxima semana, 22 y 23 de septiembre, el curso-taller ‘Educación sanitaria al niño y adolescente’, que en esta segunda edición contará con Clara García, Patricia Vega y Pedro Javier Carreto como docentes, tres profesionales de Enfermería con experiencia y formación en Enfermería Escolar que subrayan la necesidad de contar con esta figura en cada uno de los centros educativos de la ciudad.

La iniciativa es gratuita para la afiliación de SATSE y está acreditada con 1,32 créditos CFC. En la primera jornada expondrán el marco general de la Enfermería Escolar en España y Ceuta, abarcando sus objetivos, sus funciones y los recursos existentes. El propósito es, según señalan, “desechar falsos conceptos y exponer metodologías para poder dar un servicio optimizado y eficiente con criterios unificados”.

La segunda jornada será eminentemente práctica y se centrará en “ejemplos claros de situaciones concretas” de lo que han vivido “a través de la experiencia, así como de lo que consideramos importante remarcar y refrescar”.

Los tres docentes coinciden en que la población escolar refleja los problemas de la sociedad. Apuntan que “uno de cada tres menores en España presenta exceso de peso” y que la obesidad afecta al “11 o 12 % de la población entre seis y 16 años”. Además, llaman la atención sobre la “alimentación poco saludable con una alta ingesta de ultraprocesados y baja adherencia a la dieta mediterránea”, al tiempo que alertan del sedentarismo y de la falta de ejercicio. También ponen el foco en los efectos de las pantallas, que han incrementado “los problemas de sueño, de salud mental, concentración y atención”.

Junto a ello, destacan la incidencia creciente de la diabetes, nuevas adicciones como el vapeo o el juego online, el descuido de la salud bucodental y “el aumento de la agresividad y la violencia como respuesta”. Según subrayan, la Enfermería Escolar se convierte en clave porque ofrece acceso a algo muy escaso: “Tiempo de calidad y accesibilidad a grandes grupos comunitarios”. Y añaden una reflexión contundente: “Nadie puede elegir libremente desde la ignorancia. No podemos delegar la educación en la salud en plataformas como TikTok, Instagram o YouTube”.

 

Una experiencia personal que ilustra su impacto

Uno de los ejemplos más claros lo encuentran en los menores con diabetes. Explican que cuando no existe la figura de la enfermera en el colegio, “los padres se ven obligados a estar pendientes constantemente de las necesidades de su hijo durante la jornada escolar: acudir al centro para controlar las glucemias, administrar la insulina o reaccionar ante una urgencia”.

Advierten que esta situación acaba generando “ausencias laborales, problemas de conciliación y, muchas veces, un desgaste económico y emocional muy fuerte”. En contraste, cuando la enfermera está en el centro, “el niño puede permanecer en clase con seguridad, se evita el absentismo escolar y se favorece una integración más normalizada en la vida escolar”.

Al mismo tiempo, las familias recuperan la tranquilidad de saber que hay un profesional preparado para actuar, lo que les permite mantener sus trabajos y su vida diaria con más serenidad. “La enfermera no solo cuida al niño, sino que también protege a la familia y contribuye a garantizar la igualdad de oportunidades en la educación”, afirman.

Los profesionales remarcan que “es necesaria la presencia diaria de un enfermero escolar en cada centro educativo”. Solo así se puede, según explican, “prestar un servicio real de calidad, organizado, eficiente y con objetivos concretos”. En su opinión, disponer de este recurso estable permite “planificar actuaciones, realizar seguimientos, asumir tratamientos a largo plazo y coordinarse con otros profesionales sanitarios”. También destacaron la importancia de poder “recopilar, registrar y gestionar datos de salud o problemas emergentes, así como desarrollar programas de investigación”.

Enfermera Escolar Mundo Sanitario 1

La presencia de un enfermero en cada centro educativo constituye la única herramienta real y efectiva para reducir la brecha de desigualdad. Se trata de garantizar que los alumnos con patologías crónicas puedan acceder en igualdad de condiciones a la escolarización y a la educación, evitando que su situación de salud se convierta en un hándicap desde los primeros años de vida. Además, esta figura repercute de manera positiva en la economía familiar y en la conciliación laboral de los padres y madres.

En el caso de los niños con diabetes la necesidad se percibe con claridad, pero la realidad alcanza a muchos más pequeños que reciben un diagnóstico que marcará su vida en todas sus esferas. Desde la propia consulta médica se les transmite un mensaje de esperanza: “No te preocupes, adaptaremos todo para disminuir el impacto de tu condición y lograr que tengas las mismas oportunidades”. Sin embargo, al llegar a un ámbito tan básico y universal como es el derecho a la educación, el primer obstáculo aparece: no cuentan con profesionales de Enfermería que les atiendan en su día a día escolar.

Patologías como procesos oncológicos, mutaciones genéticas, enfermedades neurológicas o diferentes grados de discapacidad requieren un seguimiento constante y especializado. Y esa atención no puede recaer en los docentes, a quienes no se les puede añadir una carga y unas responsabilidades que no les competen. La ausencia de enfermeras escolares convierte lo que debería ser un derecho garantizado en una fuente añadida de desigualdad para el alumnado y sus familias.

 

Qué esperan transmitir a los participantes

Los docentes indican que esperan que las participantes se lleven “una visión clara y actualizada de la Enfermería Escolar en España y en Ceuta, comprendiendo sus objetivos, funciones y recursos”. También señalan que la formación ofrecerá “herramientas y metodologías que les ayuden a unificar criterios y optimizar su labor diaria”. En lo personal, les gustaría que las y los asistentes “se sientan más seguras y seguros en su rol, recibir reconocimiento por su valor profesional y que encuentren en este espacio la oportunidad de compartir experiencias, aclarar dudas y motivarse”.

El curso organizado por SATSE Ceuta no solo busca actualizar competencias, sino también resaltar con ejemplos reales cómo la Enfermería Escolar es un recurso esencial para la infancia y la adolescencia. Como recuerdan los docentes, su presencia en los centros educativos es fundamental para prevenir problemas de salud, educar en hábitos saludables y garantizar la igualdad de oportunidades en el ámbito educativo.

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