La Diócesis de Cádiz y Ceuta cerrará oficialmente el Año Jubilar de la Esperanza el próximo domingo, 28 de diciembre, con una doble celebración religiosa presidida por el administrador apostólico, monseñor Ramón Valdivia. La celebración del Jubileo ha sido "una oportunidad para acercarse a los sacramentos, especialmente al de la Reconciliación, y vivir intensamente la experiencia de la misericordia de Dios".
La Kiócesis ha dispuesto de varios templos y centros jubilares, donde los fieles han podido encontrar consuelo y fortaleza en su camino de fe. Además, este Año Santo ha invitado a los fieles a hacer obras de caridad y misericordia, siguiendo el ejemplo de Cristo, particularmente en el servicio a los más necesitados.
El Año Jubilar de la Esperanza ha ofrecido a los fieles un tiempo especial de reflexión, conversión y renovación en el que la esperanza ha sido el eje central, bajo el lema 'Spes non confundit' ('La esperanza no defrauda'), inspirado en la carta de San Pablo a los Romanos (Rm 5,5).
La jornada del próximo domingo marcará el fin de un año de festividades, actos litúrgicos y celebraciones. Así, a las 12:00 horas, Valdivia presidirá la misa de clausura en la Catedral de Cádiz. Este acto solemne pondrá fin a un ciclo de indulgencias y actividades que han permitido a los creyentes participar en un periodo de gracia especial.
Posteriormente se trasladará a Ceuta, donde a las 20:00 horas, el administrador apostólico celebrará la segunda misa de clausura en la Parroquia Santuario Nuestra Señora de África.
Durante este Año Santo, que comenzó el 29 diciembre de 2024, en las iglesias locales, los fieles han podido "vivir una experiencia espiritual única, con peregrinaciones, actos litúrgicos y encuentros de oración que han fortalecido los lazos en la diócesis". La clausura de este Jubileo será "un momento de reflexión y agradecimiento por todo lo vivido en el transcurso del año".
De esta manera, se invita a todos los fieles a participar en estos actos de clausura, con la esperanza de que el Año Jubilar haya dejado una huella profunda en la vida espiritual de la Iglesia de Cádiz y Ceuta.
