El INE acaba de publicar su Estadística de Migraciones y Cambios de Residencia 2024, un documento que solo permite mirar hacia atrás cuatro años, pero que muestra una cambio drástico de tendencia en lo que al saldo de salidas y llegadas de personas en la ciudad autónoma se refiere. Ceuta perdió 1.173 vecinos en 2021, el ejercicio de salida de la pandemia y la crisis migratoria, pero ganó 217 el año pasado.
La gran novedad con respecto a ejercicios anteriores es que en 2024 fueron muchos más los jóvenes con entre 15 y 24 años que se empadronaron en la ciudad que los que la dejaron para irse al extranjero u otras regiones de España. El saldo positivo total se eleva a 179 en esa franja de edad, 138 con movimientos interiores hacia Ceuta.
La ciudad recibe nuevos residentes sobre todo y por este orden de Andalucía (1.229 en 2024), Madrid (177), Cataluña (95), la Comunitat Valenciana (85) y Melilla (68). Los caballas que se van lo hacen mayoritariamente también a Andalucía (1.330 el año pasado, casi 500 menos que en 2021), Madrid (237) y Cataluña (106).
La ciudad sigue siendo la región con la segunda mayor tasa de emigración interautonómica del país, pero esta ha caído casi diez puntos entre 2021 (35,5%) y 2024 (26,5%). La de Melilla sigue siendo la más elevada (38,06%) y cerca de la de las ciudades autónomas solo se sitúa la de Castilla-La Mancha (22,6%).
En relación con el extranjero la dinámica migratoria también ha cambiado en este cuatrienio. En 2021 la ciudad solo ganó 125 residentes procedentes de otros países con respecto a los que dejaron España. Desde entonces el saldo se ha estabilizado en alrededor de 400 a favor, sobre todo foráneos.
