Vox reclama "repatriar de inmediato" a los marroquíes acogidos en el CETI
El presidente de Vox en Ceuta, Juan Sergio Redondo, ha advertido este miércoles sobre la saturación del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) que “en un territorio tan expuesto como Ceuta, aplicar los acuerdos internacionales y la normativa europea no es una opción: es una obligación inaplazable”.
"Esta situación no es un problema puntual, es la evidencia de que se trata de un problema estructural como es la entrada irregular y sostenida de inmigrantes en la ciudad autónoma”, ha denunciado antes de reclamar “lo que la legislación ya contempla: la repatriación inmediata de los adultos marroquíes que hayan accedido ilegalmente al territorio nacional".
El partido opina que España dispone de “instrumentos legales suficientes” para actuar como "el acuerdo de readmisión firmado con Marruecos en 1992 que obliga a Rabat a readmitir a sus nacionales que entren de forma irregular en suelo español".
Además, ha recordado que la Ley de Extranjería "contempla en su artículo 58 la expulsión y devolución inmediata de quienes intenten entrar sin autorización, especialmente en las fronteras de Ceuta y Melilla". "A ello se suma la Directiva 2008/115/CE de la Unión Europea, que fija procedimientos comunes para el retorno de nacionales de terceros países en situación irregular", ha añadido.
Para Redondo "la combinación de estos marcos jurídicos demuestra que no existe vacío legal, si no que existen acuerdos y leyes claras que habilitan y obligan a España a proceder a las devoluciones: la cuestión, entonces, no es de derecho, sino de voluntad política”.
“El CETI no puede convertirse en un almacén permanente de inmigración irregular”, ha argumentado Redondo, que entiende que “mantener a más de un millar de personas en estas condiciones es insostenible para Ceuta y una quiebra de la legalidad vigente”. “No se trata de ideología, sino de hacer cumplir la ley, defender la soberanía nacional y proteger a los ceutíes”, ha defendido antes de hacerse eco de "la desesperación de los vecinos de las urbanizaciones colindantes al CETI, que se sienten abandonados por un gobierno local incapaz de garantizar la seguridad y la tranquilidad de la zona”.
“Para ellos, la pasividad institucional se traduce en un problema cotidiano que agrava aún más la sensación de desprotección”, ha lamentado.