La Confederación de Empresarios de Ceuta (CECE) ha hecho balance de un 2025 “marcado por una intensa actividad en defensa del tejido empresarial, la estabilidad laboral y la mejora del entorno económico de la ciudad” con la expectativa de que el próximo año sirva para “construir un entorno más favorable para la empresa, el empleo y la inversión, pues fortalecer el tejido empresarial es clave para el futuro de la ciudad”.
En un comunicado, la patronal ha explicado que su “objetivo claro” durante el ejercicio que termina ha sido “crear un marco más estable, competitivo y transparente que permita a las empresas invertir, crecer y seguir cumpliendo su función esencial para el progreso de la ciudad, haciendo frente a las amenazas que afectan al sector empresarial”.
Entre sus reivindicaciones también ha estado “la necesidad de avanzar hacia una Ley del Suelo que aporte seguridad jurídica y permita desbloquear inversiones, o la conveniencia de mejorar el funcionamiento de la aduana comercial para que sea una herramienta realmente útil para las empresas ceutíes”.
Una de sus apuestas clave ha sido “apostar por una planificación estratégica a medio y largo plazo como base del desarrollo económico” y por ello la CECE ha insistido en que el futuro de Ceuta “debe construirse desde una visión compartida que ordene prioridades, coordine políticas públicas y ofrezca seguridad y confianza a la inversión privada”.
La digitalización ha sido otro de sus ejes destacados de actuación, ya que la Confederación considera que el comercio online “es una vía clave para ampliar oportunidades, diversificar la actividad económica y reforzar la viabilidad de muchas pymes”.
Además, la CECE ha desempeñado en 2025 un papel “central” como agente social, participando activamente en los procesos de negociación colectiva y en los órganos de diálogo social, con la convicción de que la estabilidad laboral es inseparable de la viabilidad de las empresas. Entre los hitos más relevantes ha destacado la firma del convenio colectivo de hostelería, “un sector clave por su peso en el empleo”, que aporta “seguridad jurídica, reduce la conflictividad y ofrece estabilidad tanto a empresas como a trabajadores”.
Los de Arantxa Campos han matenido su alerta sobre “el impacto que los incrementos del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), el aumento de los costes laborales y el elevado absentismo tienen sobre pymes y sectores intensivos en mano de obra”, defendiendo la negociación colectiva como “el instrumento adecuado para adaptar las condiciones laborales a la realidad de cada sector frente a medidas generales que pueden poner en riesgo la actividad empresarial y el empleo”.
Dentro del foro de la Mesa del Diálogo Social, la CECE también ha analizado a través de un informe los riesgos y el impacto que tendría imponer de manera obligatoria el plus de residencia en las empresas y sectores que actualmente no lo contemplan. Las conclusiones de ese dictamen apuntan a “un riesgo grave de desinversión en Ceuta y de una falta de atractivo para futuras inversiones de grandes empresas con convenios propios que pudieran plantearse venir, ya que los datos no muestran una discriminación en los salarios reales que justificara dicha medida”.
Palabras de elogio ha tenido también para la labor realizada por el Centro Comercial Abierto, que a lo largo del año “ha llevado a cabo una intensa y eficaz actividad de dinamización del comercio local, impulsando campañas, eventos y acciones de promoción que han contribuido a atraer público, reforzar el tejido comercial y poner en valor el papel del pequeño y mediano comercio como elemento clave de la vida económica y social de la ciudad”.
El sector de la construcción también ha recibido una atención específica, con la participación de la CECE en la presentación del convenio para la Base de Precios de la Construcción, “una iniciativa clave para mejorar la contratación pública, aportar realismo a los presupuestos y favorecer una ejecución más eficiente de las inversiones”.
