El navegante andaluz Sergio Llorca ha firmado un brillante inicio en la VIII Travesía Blas de Lezo y Olavarrieta, a bordo del Dufour 44 'Ceuta-Dos Disparates', propiedad del armador Luis del Castillo, y con base en Puerto Sherry (El Puerto de Santa María). La embarcación, que representa a la ciudad autónoma, ha resultado vencedora en la regata disputada en aguas de Melilla, primer puerto de arribada de esta travesía que une los mares del Mediterráneo, Norte de África, Golfo de Cádiz y Portugal.
La travesía, que rinde homenaje a la I Circunnavegación a Vela y busca estrechar lazos entre España, Marruecos y Portugal, comenzó con un encuentro previo en Adra (Almería) y ha reunido a doce embarcaciones de diferentes puntos del litoral. A su llegada a Melilla, las tripulaciones fueron recibidas con la hospitalidad que los caracteriza en el Real Club Marítimo de Melilla, organizador de una regata en formato triángulo olímpico marcada por vientos sostenidos de 15 a 20 nudos, corriente y ola corta, característica de la desembocadura del puerto melillense.
Con una maniobra impecable desde la salida, Llorca, al mando de una tripulación completada por Luis del Castillo, Amalio García del Moral y sus hijos Amalio y Julia García Prada, firmó una regata casi perfecta, manteniéndose en cabeza desde el inicio y cruzando la línea de llegada con una amplia ventaja. El 'Ceuta-Dos Disparates' se impuso con autoridad al 32 pies 'Olivita' de Luis Cobreros (RCM Melilla) y al 38 pies 'Shacketon' de Mario Antonio Molina (CNM Benalmádena), confirmando su solidez como uno de los equipos favoritos de la travesía.
Tras su paso por Melilla, la flota pone ahora rumbo a Alhucema, donde permanecerá dos días antes de continuar hacia Ceuta, donde está prevista una nueva regata costera. Posteriormente, los barcos proseguirán hacia Tánger, Barbate, Rota y otros puntos emblemáticos del litoral sur, cumpliendo un itinerario que mezcla historia, cultura y deporte en un ambiente de hermandad entre naciones.
Con esta destacada participación, Sergio Llorca vuelve a pasear el nombre de Ceuta en una travesía "que va más allá de la competición, representando los valores de convivencia y respeto entre culturas a través del mar".
